Si, fue una de esas noches, que uno no quisiera repetir, en
las que todo, absolutamente todo nos da vueltas en la cabeza, no somos
consientes de la realidad momentánea, lloramos o reímos, nos sentimos volar, o
nos encontramos en el subsuelo, nunca un punto intermedio, te ves en alguno de
los extremos, lo único que se puede rescatar de ese estado, es que
increíblemente, sabes que es lo que exactamente quieres y reconoces lo que te
pasa… Así fue como me di cuenta que el
me importaba, me encontraba, tirada en la vereda, mucha gente me miraba, yo no
entendía, cada tanto vomitaba, QUERIA entrar en razón, pero mientras mayor era
mi intento, también lo era la velocidad en la que giraba mi entorno, lo único
en lo que podía pensar era en EL y en como añoraba su compañía, pedía a gritos
que lo llamen, necesitaba verlo, hablarle, definitivamente si, fue una de esas
noches que uno no quisiera repetir.